En el día de hoy hemos comentado en clase el auge de nuevas aplicaciones para smartphones que sirven para analizar los compuestos de los productos alimenticios y comprobar de esta forma, cuanto nivel de carga de complementos procesados (y, por ello, compuestos químicos) poseen.
Se vincula con la asignatura el hecho de aprender a analizar los compuestos de los alimentos procesados ya que estos poseen, viniendo de la industria química, numerosos añadidos no naturales (como pueden ser azúcares ultraprocesadas, estabilizadores, emulgentes, conservadores, potenciadores de sabor, etcétera). Todos ellos cren un impacto en el medio ambiente mucho mayor del que creemos, por lo que es importante sensibilizar sobre el consumo de producto con buenos procesados para evitar causar este impacto en nuestro planeta.
El hecho de conocer estas nuevas aplicaciones (Yuka o MyRealFood entre otras) ha hecho que, a la hora de realizar mi compra en supermercados como Mercadona, Aldi, Lidl o SuperSol lleven ya implícitos el hecho de tener en mi mano el teléfono con alguna de estas aplicaciones operativas, para escanear los productos antes de introducirlos en mi cesta.
Esto no quiere decir que tengamos que volvernos locos, pero si que sirve de filtro para conocer que, productos que antes estabamos acostumbrados a usar, ahora tenemos que consumir menos, ya que tienen un impacto verdaderamente asombroso.
En clase pusimos el ejemplo de productos como el Jamon York y la Pechuga de Pavo en embutidos. Varias compañeras señalaron que la más sana para el medio ambiente era la que se comercializaba en el supermercado Aldi. Mi sorpresa llegó al asistir a este supermercado para adquirir dicho producto y comprobar que otras aplicaciones que mis compañeras no habían barajado decían completamente lo contrario.
A continuación añado las capturas de pantalla de aquellos productos que escaneé con la aplicación Yuka (pechuga de pavo, de pollo y de pollo braseada, todas ellas del supermercado Aldi):
A continuación añado las capturas de pantalla de aquellos productos que escaneé con la aplicación Yuka (pechuga de pavo, de pollo y de pollo braseada, todas ellas del supermercado Aldi):
Como vemos en el círculo rojo, todos estos productos contienen un alto nivel de aditivos. ¿Por qué son malos?
Un aditivo alimentario es aquella sustancia que, sin constituir por sí misma un alimento ni poseer valor nutritivo, se agrega intencionalmente a los alimentos y bebidas en cantidades mínimas con objetivo de modificar sus caracteres organolépticos o facilitar o mejorar su proceso de elaboración o conservación. Las razones por las que se emplean los aditivos en la industria alimentaria son básicamente de tipo económico y social. El uso de ciertos aditivos permite que los alimentos duren más tiempo lo que hace que exista mayor aprovechamiento de los mismos y por tanto se puedan bajar los precios y que exista un reparto más homogéneo de los mismos. Por ejemplo, al añadir al tomate en lata sustancias que permitan disminuir el pH, la duración del mismo se prolonga en el tiempo, pudiendo ser consumido en épocas donde la producción de tomate disminuye.
Por lo tanto, tomando de ejemplo el uso de los aditivos alimentarios en estos tres productos que hemos escaneado por la aplicación Yuka, podemos extraer una serie de conclusiones claras acerca de su impacto:
- Impacto en la producción.
- Impacto en la ganadería.
- Impacto medioambiental.
- Impacto químico - polución.
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